Cada mes,
transformó mis palabras en poesías.
Que llegan al otro,
o que se quedan archivadas en una mensajería instantánea.
Cada cierto tiempo,
intento romper los principios que me hacen peor persona.
Buscando mejorar la versión de mi yo anterior.
Obligándome a desgarrar los cristales que me duelen.
Curándome por dentro, sanando cada parte con versos.
Aunque sé
que no vende mi verso tanto como la canción de otros.
Que sigo luchando por preservar mi arte.
Mi rincón del alma.
Mi refugio cuando me encuentra el caos.
Mi transformación de gusano en mariposa.
También yo me siento pequeñita en esta vida.
La niña pequeña que no le da vergüenza publicar lo que siente.
Por el qué dirán.
Porque ya se lo dice ella:
Arriésgate, no pierdes nada.
Solo ganas una lección, a ti misma.
Continuaré, continuará…
Lo último de Cris Ariza Rosado
Deja un comentario
Asegúrese de introducir toda la información requerida, indicada por un asterisco (*). No se permite código HTML.