CUIDAR ESA SEMILLA
Somos supervivientes de un mundo,
que pierde agua por todos los lados:
con disimulos, falsedades y malas hierbas,
con personas que no cultivan jardines sino espinas,
que se pierden entre millones de callejones
que llegan a Roma.
Y, ¿alguien sabe cómo se sale de Roma?
Con caballos de carreras que no te sueltan.
Con personas que se fortalecen con el paso de los años.
Con acuerdos gratuitos que salen del corazón.
Con valores que rejuvenecen el interior.
Con llaves que encuentran la salida.
Con manantiales de agua que dan flores.
Pues,
todo es, no soltar antes de caerse.
De estar a las duras y a las maduras.
De aprovechar el tiempo, aquel que no regresa.
De dar y no esperar nada a cambio.De aprender el uno del otro.
De encontrar juntos el tesoro antes que la salida.
De cuidar esa semilla que se plantó una vez
y que tiene como nombre amistad.
Aquella que ocupa un lugar dentro de las personas.
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